Fe en Acción: Por Qué Hacer el Bien Requiere Perseverancia

Cómo No Cansarse de Hacer el Bien

Gálatas 6:9 nos anima a no cansarnos de hacer el bien, prometiendo que, a su tiempo, cosecharemos los frutos si no desistimos. Este es un llamado a la perseverancia, incluso cuando los resultados no sean inmediatos. Los creyentes deben vivir en abnegación constante, reconociendo que el verdadero discipulado implica tomar la cruz de Cristo, no solo en nombre, sino en acción.

Muchos, especialmente adventistas, creen que aceptar a Cristo significa comodidad, pero la conversión genuina se refleja en actos cotidianos que muestran el sacrificio de Jesús en el Calvario. Cuando los creyentes sirven activamente y buscan la voluntad de Dios, su carácter transformado se hace evidente para el mundo, demostrando el poder de la gracia de Dios.

Además, el pasaje nos recuerda que las buenas obras son el resultado natural del arrepentimiento y la conversión. A medida que los creyentes se sumergen en la Palabra de Dios y dedican sus talentos a Su servicio, contribuyen a la difusión del Evangelio y a la salvación de las almas, reflejando el profundo amor de Dios como se describe en Juan 3:16.

Finalmente, las decisiones que tomamos en esta vida tienen consecuencias eternas. El llamado a vencer, como lo hizo Cristo, es claro: la victoria requiere una entrega total a la voluntad de Dios, dejando a un lado el egoísmo y los deseos mundanos. Al unir nuestro corazón con Cristo, la recompensa eterna —un lugar en Su reino— está asegurada.

Ejemplos Prácticos de Hacer el Bien:

Ayudar a Otros, Incluso en Pequeñas Cosas: Ser amable, aunque parezca sencillo, es importante. Por ejemplo, ayudar a un amigo con su tarea o ser amable con alguien que se siente solo son actos pequeños pero significativos de bondad.

Ser Voluntario en una Causa: Cuando trabajamos para mejorar el mundo, como ser voluntario en un banco de alimentos o limpiar un parque, estamos haciendo el bien de una manera más grande. Aunque sientas que tu contribución es pequeña, haces una diferencia.

Orar por Fortaleza: A veces, nos cansamos de intentar hacer lo correcto, especialmente cuando el mundo parece injusto. Cuando nos sentimos así, podemos pedirle a Dios que nos dé fuerzas, confiando en su promesa en Isaías 40:31 de que renovará nuestra fuerza si confiamos en Él.